La concesionaria lleva adelante gestiones eficientes y amigables con el planeta. De esta manera, garantiza la optimización de residuos y recursos no renovables.
Imcruz promueve una serie de iniciativas y proyectos para prevenir los riesgos e impactos en el medio ambiente, a través de la educación y el ejemplo. “La cultura de protección ambiental comienza desde casa, por eso, nuestro rol como empresa es identificar las oportunidades de mejora en nuestros procesos, de una manera eficiente y amigable con el planeta”, sostiene Carola Barzón, gerente de Personas y Mejora Continua de la concesionaria.
La automotora trabaja en conjunto con empresas recicladoras en todo el país, para dar una nueva vida a las baterías usadas, residuos electrónicos y eléctricos, aceites usados y otros residuos como embalajes y chatarra. Además, Imcruz cumple con las normas vigentes en Bolivia en relación al sistema de gestión ambiental en las compañías.
1. Aprendiendo con los trabajadores
Imcruz, junto a sus colaboradores, avanza en temas verdes, como la separación de residuos para facilitar el proceso de reciclado, el correcto acopio y manipulación de aceites y lubricantes. También, participan en campañas de recolección de residuos eléctricos y electrónicos de origen doméstico, para evitar que sean desechados en cualquier lugar y puedan ser reutilizados por recicladores como parte del principio de economía circular.
2. Gestión del agua
La automotora busca potenciar el impacto positivo para cuidar el medio ambiente; y esta tarea también se cumple en los talleres mecánicos, que cuentan con sistemas de recirculación de agua, para reutilizar este elemento en el lavado de vehículos. Además, otras estaciones cuentan con sistema desarenador de agua, que retiene las partículas de arena y otros contaminantes antes de ser enviada al drenaje sanitario. “Hemos desarrollado cámaras de recolección para facilitar estas tareas proactivas con la salud pública y el planeta”, sostiene Barzón.
3. Gestión de aceites sucios
El 100% del aceite usado que generan los talleres de la concesionaria son acopiados en espacios exclusivos, luego, empresas medioambientalmente certificadas reciclan estos residuos. Este ciclo es constante y permite que centros mecánicos estén limpios y con pocas probabilidades de accidentes a causa de pisos resbalosos. “Hemos construido alianzas con recicladores experimentados, quienes trasforman estos aceites en grasa industrial”, agrega la ejecutiva.
4. Gestión de Baterías usadas
Las baterías, al igual que los aceites usados, tienen componentes altamente peligrosos como partículas metálicas, ácidos orgánicos, compuestos de azufre, restos de aditivos. En ese sentido, Imcruz entrega estos elementos a empresas recicladoras que realizan una cuidadosa separación de los insumos que pueden ser reutilizados como las celdas de plomo.
5. Gestión de RRAE (residuos electrónicos y eléctricos)
A través de campañas y mensajes de concientización, los colaboradores participan del reciclaje de materiales electrónicos, para luego ser entregados a manos expertas como Fundare. “La familia Imcruz siempre está predispuesta a unirse a causas justas como la que impulsa Fundare, para el correcto desmantelamiento de los aparatos”, expresa Barzón.
6. Gestión de embalajes y otros residuos
Los contenedores de almacenaje y traslado que utilizamos para nuestras piezas automotrices también son reciclados por empresas fundidoras, que logran dar una segunda oportunidad a estos elementos.
“Tenemos contenedores destinado únicamente a acopiar los residuos como madera, cartones y plástico, para facilitar el trabajo de familias que viven del reciclaje como es el caso de la Asociación de Recicladores de Santa Cruz (Arecicruz); de esta manera, también generamos impacto social con las poblaciones más vulnerables. Reducir la contaminación es una responsabilidad de todos”, enfatiza la gerente de Personas y Mejora Continua de Imcruz.